El Certificado de Eficiencia Energética en España es un documento que evalúa el consumo energético de una vivienda, clasificándola en una escala de eficiencia energética que va de la letra A (más eficiente) a la letra G (menos eficiente). Ésta sería la Etiqueta Energética. La evaluación es obligatoria para todos los inmuebles que se vendan o alquilen, tanto para viviendas nuevas como para las que ya están en uso.
La obligatoriedad de la certificación energética en España se estableció en el Real Decreto 235/2013, que entró en vigor el 1 de junio de ese año. Desde entonces, todas las viviendas que se vendan o alquilen deben contar con su certificado energético. Además, es importante tener en cuenta que la ausencia de este documento puede acarrear multas de hasta 6.000 euros.
Las viviendas son uno de los principales consumidores de energía en España. Es por eso que, para reducir su consumo y mejorar su eficiencia energética, es necesario conocer los sitios más comunes por los que se producen pérdidas de energía. Entre ellos, destacan las ventanas y puertas mal aisladas, las paredes y techos con poca o ninguna aislación térmica, la falta de estanqueidad en las instalaciones de climatización y la ineficiencia de los electrodomésticos.
Para solucionar estos problemas y mejorar la eficiencia energética de una vivienda, es necesario llevar a cabo una serie de obras y reformas. Entre ellas, se incluye:
- La instalación de aislamiento térmico en fachadas, suelos y tejados, según la tipología de la vivienda.
- La sustitución de ventanas por otras de mayor eficiencia energética, y convenientemente sellados los encuentros con las fachadas.
- La renovación del sistema de calefacción y agua caliente por otros más eficientes y modernos.
- La incorporación de sistemas de iluminación LED.
- La mejora de la ventilación.
- El sellado de las instalaciones de climatización para evitar fugas de aire.
- Uso de electrodomésticos eficientes.
Es importante tener en cuenta que los certificados energéticos deben ser realizados por técnicos competentes, es decir, profesionales cualificados que cuenten con la formación necesaria para llevar a cabo estas evaluaciones. Además, para obtener un certificado energético válido, es necesario realizar una visita a la vivienda, en la que se analizarán aspectos como la orientación, la estructura y los materiales utilizados en su construcción.
La vigencia de los certificados energéticos es de 10 años, salvo las viviendas con calificación G, que será cada 5 años, por lo que es necesario renovarlos una vez transcurrido este periodo. Es importante tener en cuenta que los certificados energéticos son una herramienta fundamental para mejorar la eficiencia energética de las viviendas en España, reduciendo así su consumo y mejorando su sostenibilidad.